Si creían que Evangelion presentaba conceptos nihilistas significa que aún no leen Bokurano.
Ah, este es otro de mis mangas favoritos, un placer "culpable" si se quiere decir, se nota que el autor disfrutó escribiendo esto y yo también al leerlo.
Bokurano nos sitúa al inicio en una situación común: un grupo de niños de diversas escuelas decide inscribirse en un campamento de ciencia en el verano, un grupo bastante equilibrado:8 niños y 7 niñas.
El campamento tiene lugar en un sector costero, por lo que como es normal, los niños comienzan a explorar la playa hasta que encuentran una cueva que les llama la atención. Internándose en la cueva cada vez más, encuentran computadores y maquinarias que resultan por supuesto completamente ajenas al lugar...un misterioso hombre llamado Kokopelli que parece ser el dueño de los aparatos aparece súbitamente y los invita a jugar un juego: sólo tienen que manejar un robot y defender a la tierra para salvarla, los niños creyendo la historia de Kokopelli de ser un desarrollador de juegos deciden aceptar, para lo cual realizan un "contrato" el cual todos firman menos uno. Creyendo que todo fue un sueño, despiertan en la orilla de la playa..hasta que de un momento a otro algo inmenso aparece junto a ellos.
El argumento es simple ¿Cómo 15 niños enfrentarían una situación como ésta? Inicialmente esto podría ser tratado como que alguien salga como "héroe" y logre tomar las riendas de todo y efectivamente logre defender a la Tierra, este es el camino fácil, shonen si se quiere.
Afortunadamente (desafortunadamente para ellos) la historia no toma ese camino, básicamente se ajusta a lo que pasaría en esta situación extrema en la realidad: hay niños que intentarían sobresalir en el grupo, otros que estarían colapsando del terror y ansiedad cuando les toque el turno de pilotar el robot, otros a los que les sería indiferente toda la situación y otros que simplemente se volverían locos en el momento de pilotar.
Cada niño tiene su turno de pilotar...así que más que un protagonista, la historia se divide en un acto para cada niño, en donde podemos ver expresada su personalidad y la relación que ésta tiene con el modo de afrontar el momento de pilotar.
El desarrollo de estos mini "actos" está tan bien hecho que hasta los niños que al principio uno no está tan interesado como personaje, resultan interesantes al ser explorado y desarrollado todo su mundo interior.
Definitivamente esta no es una historia para subir el ánimo, no hay algo "mágico" que los salve a todos, todos tendrán que afrontar la situación, el autor se nota que es algo macabro en todo esto pero todo está tan bien desarrollado que no queda más que impactarse con la historia.
En cuanto al apartado más técnico son 66 capítulos repartidos en 11 volúmenes; el arte no es espectacular, de hecho los diseños de los personajes parecen más bosquejos y rasgos toscos, pero estoy convencido que es un recurso estilístico utilizado por el mangaka, ya que el otro plato fuerte de este manga, los robots, son sobrecogedores, cada uno parece una edificación por sí misma, hay algunos aires a los ángeles de Evangelion sin lugar a dudas, pero no resulta en detrimento alguno, sino más bien como un homenaje.
Resumiendo este manga es de los que tiene uno de mis ingredientes favoritos: caracterización. Es sobrecogedor el relato y desarrollo del mundo interno de cada uno de estos personajes, que aunque la historia no sea lo que uno pensaría de forma más optimista para los niños(la vía "fácil") resulta en una historia interesante y excelentemente ejecutada PD: Este manga además tiene una de mis escenas finales favoritas, es tan simple pero se adapta perfectamente a como fue la historia.
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